La altura existe a las 12 del mediodía y a las 8 de la noche”. Esa fue una de las conclusiones que Guillermo Almada sacó a relucir tras la terminante caída que sufrió Barcelona ante Independiente del Valle (1-0) y con la cual los canarios dijeron adiós a sus aspiraciones de adjudicarse la segunda etapa del campeonato y, por ende, del título nacional en una eventual final.
Un solitario gol de Jhegson Méndez al minuto 85, en Sangolquí, sepultó el principal objetivo torero en este año e impulsó a los negriazules en busca de quedarse con esta fase.
El elenco torero, séptimo en la clasificación, se quedó con 28 puntos y ahora está a 8 del líder, Emelec, cuando ya restan tres fechas. No obstante, debido al cronograma cruzado de los primeros seis clubes en la tabla, a Barcelona no le alcanzará aunque ganase sus últimos juegos.
El DT Almada se refirió, en conferencia de prensa pospartido, a las consecuencias de la altura en la Sierra y los rayos UV, pese a que el duelo reciente se disputó en la noche.
“Tengo 40 años en el fútbol y está comprobado que jugar a las 12:00 en Guayaquil y Quito nos ha afectado (al plantel)”, exteriorizó un exasperado Almada ante la inquietud de un periodista capitalino. “Yo, llorar, no. Solo defiendo las cosas que son justas y no hablo de lo deportivo, estoy hablando de la salud de las personas”.
Respecto al encuentro, indicó: “No pudimos hacer el juego al que estamos acostumbrados. No tuvimos el balón. El fútbol se juega con la pelota, la cedimos al rival y no tuvimos profundidad”.
Precisamente, en el estadio Rumiñahui, Independiente fue superior a los toreros. Con un equipo joven, que impuso velocidad y dinámica en su juego pasó a un Barcelona que no se conectó en el campo, de ahí que “el mérito es para Independiente, un justo ganador del juego”, expresó Almada.