Cuatro viviendas del asentamiento Lelia, en la parroquia Alluriquín, sufrieron daños en su infraestructura por el deslizamiento de tierra a causa de la lluvia registrada la madrugada del jueves. Las familias de este lugar piden a las autoridades ser reubicadas, pues temen correr riesgos
Lo que parecía ser una noche tranquila para Maribel Minda, terminó convirtiéndose en su peor pesadilla, pues la fuerte lluvia registrada la noche del miércoles y madrugada del jueves ocasionó un deslizamiento de tierra que afectó seriamente su vivienda. El techo, las paredes e incluso sus enseres se dañaron, ante el lodo y agua que ingresó en su hogar. El pequeño televisor y la computadora utilizada por sus hijos quedaron obsoletos.
Una misma situación vivió Dany Minda, quien vive en el asentamiento desde que nació, señaló que una roca golpeó su vivienda, a más del lodo y agua que ingresó.
Varias familias tienen que ser evacuadas ante el riesgo que representa mantenerse en sus hogares. Los vecinos del lugar mencionaron que no es la primera vez que algo como esto ocurre, y que las autoridades se comprometieron a construir muros pero todo quedó en promesas.
En el asentamiento hay al menos 30 familias. Se reportan daños en la infraestructura de cuatro viviendas. Los moradores esperan acciones concretas de las autoridades para evitar más afectaciones por la temporada invernal o piden reubicación.