Con mucha ilusión se inauguraron hace algunos años las escuelas del siglo XXI en Santo Domingo pero actualmente solo pocas están habilitadas. La mayoría se encuentra en mal estado. Los contenedores, como lo llaman los padres de familia, no resultaron como un proyecto a largo plazo. Cinthia García, madre de familia, tenía a su hijo en la Unidad Educativa Jaime Roldós Aguilera, la cual fue reubicada porque luego de dos años las instalaciones no estaban aptas, ni prestaban la seguridad necesaria para los menores.
Al otro lado de la ciudad, la Unidad Educativa Monseñor Emilio Lorenzo Stehle, está en mejores condiciones, pero hacen falta más adecuaciones. En dicho plantel, los menores piden que se construyan graderíos, pues no tienen dónde sentarse cuando juegan en las canchas.
Las madres de familia de esta unidad educativa manifestaron que si esta institución está mejor es porque ellos han colaborado para que sus hijos vayan a clases. Pero en las canchas también falta techo, los niños se exponen al sol y al agua cuando salen a recreo.
En el 2016, Augusto Espinoza, ministro de Educación en esa fecha, aseguró que la vida útil de la infraestructura es de 30 años, pero al parecer no llegaron ni a los 10 primeros años.