Con el fin de crear entornos seguros para todos, en la parroquia Valle Hermoso se reactivó un Club Deportivo de Fútbol integrador donde participan niños, niñas y adolescentes.
La parroquia Valle Hermoso abrió sus canchas deportivas tras un año de pandemia. Producto de ello, la mayoría de escenarios deportivos resultaron afectados. El estado de la cancha de fútbol estaba llena de maleza y realizar las prácticas se volvió complejo para algunos menores. Los graderíos de madera aún se mantienen, pero hace falta mejorar los espacios. Al momento las inscripciones están abiertas para que participen tanto hombres como mujeres.
Realizar actividad física es esencial para mantenerse en buen estado de salud y también es necesario para cuidar la salud mental tras un año de encierro. Luis Morejón, rector de la Unidad Educativa Valle Hermoso, donde se practica esta actividad, considera que los niños, niñas y adolescentes de la parroquia, deben aprovechar estos espacios para recrearse.
Para evitar las aglomeraciones y reducir los contagios, se recomienda aplicar las normas de bioseguridad como usar la mascarilla, mantener el distanciamiento social y lavarse permanentemente las manos. Jéssica Burgos, madre de familia, señaló la importancia de la práctica del deporte en la formación de los jóvenes, pues esto los aleja de vicios y pueden hacer un buen uso de su tiempo libre.
No obstante, se recomienda brindar mantenimiento a los escenarios deportivos para mitigar sus afectaciones.